Atención Temprana

Atención Temprana

Los padres que están próximos a tener un bebé, tienen grandes expectativas respecto al hijo que esperan; suelen pensar cómo será, el nombre que le pondrán, a quién se va a parecer, cómo será su vida cuando sea mayor, etc. Tienen una serie de fantasías y deseos para éste, pensando, la mayoría de las veces, que su hijo nacerá sin ningún tipo de problema.  

Cuando el bebé que esperan nace con alguna dificultad en el desarrollo, los padres se enfrentan a un momento difícil, teniendo que comenzar un proceso de adaptación y aceptación  de esta situación para poderla afrontar de la mejor manera.

Es normal que necesiten un tiempo y que tengan sentimientos de tristeza y de miedo, esta noticia puede afectar la dinámica familiar a la que estaban acostumbrados. Por lo que es importante que todas las dudas, miedos e incertidumbres se hablen con el resto de la familia. La comunicación, basada en el intercambio de emociones, sentimientos y experiencias ayudará a adaptase a la nueva situación: una buena comunicación puede disminuir en gran medida las incertidumbres o los miedos, mejorando las capacidades para seguir avanzando. 

Manos de Bebé y Mamá
Pediatra

Asimismo, la información, la orientación y el apoyo de profesionales especializados es fundamental: ayudarán a entender las reacciones que experimentamos, lo que supone tener un hijo con problemas en el desarrollo, a conocer las dificultades que presenta, así como ver todas las potencialidades que tiene,  y ayudar a construir y a desarrollar herramientas para mejorar el desarrollo de su hijo/a. 

Es ese momento es muy probable que tengan varias citas médicas con especialistas para hacer pruebas al pequeño, lo mejor es hacer una lista de las dudas y preguntas que tengan sobre lo que le van a realizar y que significan esos resultados, ya que después cuando estamos en la consulta pueden surgir bloqueos en la devolución de la información, por lo que si se llevan previamente escritas puede ayudar, quedarse con dudas no hace más que generar más preocupación. 

Además de todas las valoraciones médicas que puedan realizar, existe otro servicio en el que pueden ayudarles: el centro de atención infantil temprana( CAIT)  más cercano a su domicilio familiar. En el que se trabaja tanto con el niño, para favorecer su desarrollo, como con la familia, para ofrecer recursos para la crianza del niño y apoyar el estado emocional de todos ellos.

¿Cómo podemos solicitar la atención en este tipo de centros?

En primer lugar, se tienen que poner en contacto con su pediatra de referencia en atención primaria, ya que es el profesional que va a tener conocimiento de todo el estado de salud y de desarrollo del niño en las evaluaciones de control del niño sano, que solicita una cita con el equipo de la Unidad de atención temprana (UAIT)  que al evaluar al pequeño determina la idoneidad o no de intervención en el CAIT. 

Una vez realizada la derivación al centro ya se inicia la intervención con el niño y su familia a través de una serie de actuaciones realizadas por un equipo multidisplinar ( logopedas, fisioterapeutas y psicólogos) que en coordinación con la familia establecen de forma conjunta los objetivos de intervención, las necesidades detectadas, de modo que sirvan de base para el trabajo con los niños y se dote a las familias de las habilidades de crianza necesarias para mejorar el desarrollo del niño y mejoren la calidad de vida familiar.
Visita al especialista

En el centro existen numerosos padres y madres en la misma situación y con experiencia con los que se puede tejer una buena red social y de apoyo mutuo para compartir dudas, vivencias, éxitos, etc. 

Las actuaciones y respuestas por parte de todas las personas que rodean a este bebé favorecerán su desarrollo, como con cualquier otro niño. Será importante acompañar al niño en sus procesos de aprendizaje con nuestro afecto y apoyo, con una actitud de disponibilidad, reconociendo sus potenciales, más allá de las dificultades. 

Tan importante como la confianza en los profesionales y en el propio niño, será la confianza en las capacidades parentales de cada familia No se necesita nada especial para ser unos buenos padres: el aprendizaje, la enseñanza y el amor son universales.