Asistencia Personal
Desde nuestra Asociación entendemos la Asistencia Personal como una herramienta fundamental para que las Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo (PCDID) puedan ejercer su derecho a la Vida Independiente.
Pero, ¿qué es concretamente la Asistencia Personal?
Un Asistente Personal (A.P) es un profesional que apoya a una PCDID para desarrollar su vida. Contar con un A.P permite a las personas vivir de manera más independiente, teniendo más oportunidades y con los apoyos que necesita para ejercer control sobre su proyecto vital.
¿Cómo son los apoyos que se dan desde la Asistencia Personal?
Los apoyos que da un A.P son flexibles, es decir, pueden ir variando en función de las necesidades de las personas. Además, son personalizados, siendo cada persona la que elige cuándo, cómo y en qué área desea ser apoyada. También son respetuosos, ya que las decisiones, opiniones, derechos, seguridad y dignidad de las PCDID son el eje principal.
¿En qué punto nos encontramos en cuanto al acceso a esta herramienta?
Aunque actualmente la Asistencia Personal forma parte de la cartera de servicios, continúa siendo una gran desconocida para las PCDID y sus familias. A pesar de los estudios que determinan la mejora que supone esta herramienta en la calidad de vida de las personas, en nuestra Comunidad Autónoma (Andalucía) las personas que cuentan con un A.P se cuentan con los dedos de una mano, siendo exclusivamente solicitado por personas con Discapacidad Física.
En la Asociación Vale llevamos un par de años pilotando y acercándonos a los beneficios de la Asistencia personal de la mano de Plena Inclusión. Además, dentro de nuestro proyecto de Transformación de los servicios, hemos participado en distintas comunidades de aprendizaje con el objetivo de conocer herramientas y reflexionar para alcanzar nuestra meta: que las personas DID tengan los mismos derechos que cualquier persona. Tener una vida independiente es un derecho y necesitamos recordarlo constantemente para encaminar nuestros pasos a alcanzarlo.
¿Es este momento adecuado para luchar por la Asistencia Personal?
Con la situación de pandemia por COVID-19 todas las personas hemos visto nuestros derechos mermados. Concretamente las PCDID institucionalizadas han sufrido mucho más teniendo que adaptarse a medidas extremadamente restrictivas. Esta situación de deprivación ha evidenciado la necesidad de contar con estas nuevas herramientas para que las PCDID no tengan que continuar viendo cada vez más recortados sus derechos. Tener un apoyo individual reduce y previene contagios a la vez que empodera y devuelve a las personas al lugar que les pertenece recuperando el mando de sus vidas.
Os contamos nuestras experiencias reales:
Hemos podido experimentar en estos años como la asistencia personal permite que las personas tomen el control de sus vidas, propiciando su autonomía, posibilitando la toma de decisiones y traduciéndose todo esto en una mayor satisfacción personal.
Le hemos preguntado a Charo, Manuel y Verónica lo que ha supuesto para ellos la experiencia de tener asistencia personal, y esto es lo que nos han contestado:
“Para mi ha supuesto tener una persona que me ha ayudado a hacer cosa que sola no podía hacer, me he divertido a la vez que he aprendido muchas cosas con ella. Me ha ayudado a ser más independiente. Se lo recomiendo a todo el mundo” (Charo)
Charo ahora está participando en la red nacional de líderes de Asistencia Personal, junto con otras personas con el objetivo de reivindicar que se conozca la Asistencia personal y se pueda solicitar, y de este modo, muchas personas con discapacidad intelectual o del desarrollo puedan tener una vida independiente.
“Contar con el apoyo de mi asistente personal me permite ser más libre” (Verónica)
“Con el apoyo de mi asistente personal, estoy haciendo un plan de actividades que me gustaría realizar, me he propuesto los martes y jueves de 16:30 a 17:30. Uno de mis objetivos principales es la cohesión familiar, muy importante para mí, para sentirme bien” (Manuel)
“Una Vida Independiente es una Vida Elegida: elegir y decidir el propio proyecto de vida, compartida con otros en la comunidad, debe ser posible para todas y cada una de las personas, con apoyos ajustados y personalizados, en un marco de dignidad, derecho e igualdad, para su contribución ciudadana”.
(San Román, 2016)