Alimentación saludable como guía de vida
Somos conscientes de lo importante que es tener un buen estado de salud para disfrutar en plenitud y con la mayor autonomía posible de nuestro día a día. En este contexto, los hábitos de vida saludables cobran una importancia esencial, siendo la alimentación un elemento muy importante en la mejora de la calidad de vida de las personas que viven en la residencia.
Además, uno de los puntos que no suele tenerse en cuenta a la hora de abordar hábitos alimentarios saludables es el de su función social: todo el conjunto de actividades que conlleva, desde hacer una lista de la compra, elegir tu desayuno, preparar una receta, cenar con un grupo… todo ello nos nutre emocionalmente, nos aporta herramientas muy importantes dentro de una comunidad, asumiendo el mayor grado posible de control sobre nuestra propia vida, mejorando de este modo la autoestima y la capacidad de adaptación al medio, es decir, nos empoderamos a través nuestros hábitos alimentarios.
Para ello, en VALE hemos comenzando un proyecto de empoderamiento y toma de consciencia en cuanto a hábitos saludables, seguro os sonará el movimiento REAL FOOD, que pone en relevancia la importancia de una alimentación saludable, y sus beneficios no solo a modo individual, sino a nivel de grupo: la concienciación de grupo para motivarnos y ganar autonomía en nuestra toma de decisiones sobre lo que decidimos comer y cómo nos afecta.
Consiste en un modelo acorde a nuestra valiosa Dieta Mediterránea donde nos basamos en alimentos frescos y de temporada (y mínimamente procesados), primando consumo de frutas y verduras, legumbres, frutos secos, pescados y carnes bajas en grasa, a la vez que fomentar el preparar nuestras propias recetas y conseguir así disminuir el consumo de ultraprocesados malsanos.
Para ello, hemos realizado formaciones con una Dietista-Nutricionista, dirigido tanto al personal trabajador como a los/as residentes más autónomos en materia de alimentación, presentando en qué consiste, y cuáles serán los cambios alimentarios que se van a ir adoptando de manera paulatina en la residencia, y así poder crear una red de apoyo común entre tod@s.
Realizamos el taller de meriendas saludables, donde se les proveyó de herramientas para seleccionar alimentos saludables en base a sus preferencias, pero también en base a lo que es mejor para su salud. Intentando dar alternativas apetecibles y motivadoras para crear cambios de forma permanente.
Y se prepara otra formación al personal de cocina, dando apoyo igualmente en materia de alimentación saludable adaptado a la elaboración de recetas, combinación de ingredientes, dar facilidades a la hora del cocinado y/o de preparaciones de forma especializada, sobre todo en personas que presentan dificultades individuales a la hora de comer.
De esta forma, se les hace partícipes de los cambios alimentarios y del beneficio que esto conlleva, siendo modificaciones positivas y necesarias que repercutirán no sólo a nivel individual en su estado de bienestar, si no como modelo de salud comunitario hacia una vida más saludable.
